Necesitamos para la primera parte del ritual:
Sal gorda, incienso de mirra, benjuí, romero, carboncillo y un velón negro de 7 mechas.
Se hace un circulo de sal gorda y dentro ponemos un velón negro de 7 mechas, incienso de mirra, benjuí y romero, se encienden todas las mechas con un fósforo distinto de madera, al reventar se coge la mitad mas grande del velón y se vuelve a meter dentro del circulo se vuelve a encender dejando que se queme por completo.
Una vez terminado de arder el velón los restos se tiran en un monte debajo de un árbol.
Necesitamos para la segunda parte del ritual:
Un coco que tenga agua dentro, cascarilla y una escoba.
Se espolvorea una cascarilla por todo el coco y se hace rodar empezando por la parte más lejana a la puerta de entrada del negocio, mientras se va rodando el coco con la escoba sin tocarlo, se va recitando esta oración.
Oración para rodar el coco:
Dueño de todas las cuatro esquinas, mayor del camino, padre mio, llévese lo malo para poder caminar con mucha salud, que no haya enfermo, que no haya perdida, que no haya revolución, que no haya muerte. En el nombre de todos los hijos de la casa, le doy muchas gracias, padre mio Eleggua.
Sal gorda, incienso de mirra, benjuí, romero, carboncillo y un velón negro de 7 mechas.
Se hace un circulo de sal gorda y dentro ponemos un velón negro de 7 mechas, incienso de mirra, benjuí y romero, se encienden todas las mechas con un fósforo distinto de madera, al reventar se coge la mitad mas grande del velón y se vuelve a meter dentro del circulo se vuelve a encender dejando que se queme por completo.
Una vez terminado de arder el velón los restos se tiran en un monte debajo de un árbol.
Necesitamos para la segunda parte del ritual:
Un coco que tenga agua dentro, cascarilla y una escoba.
Se espolvorea una cascarilla por todo el coco y se hace rodar empezando por la parte más lejana a la puerta de entrada del negocio, mientras se va rodando el coco con la escoba sin tocarlo, se va recitando esta oración.
Oración para rodar el coco:
Dueño de todas las cuatro esquinas, mayor del camino, padre mio, llévese lo malo para poder caminar con mucha salud, que no haya enfermo, que no haya perdida, que no haya revolución, que no haya muerte. En el nombre de todos los hijos de la casa, le doy muchas gracias, padre mio Eleggua.
Cuando se termina de rodar el coco en la puerta del negocio se mete en una bolsa plástica sin tocarlo y se lleva al monte, se revienta debajo de un árbol y se deja allí.
*Si quieres más información sobre un tema concreto, contacta con nosotros en eltarotdesalem@hotmail.com
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